Abatido a tiros el gran perro confundido con una leona

• El animal visto desde el sábado en La Sénia era un can asilvestrado de 1,5 metros de largo














El jefe de los agentes rurales en Terres de l'Ebre, Miquel Àngel Garcia, explica por qué mataron al animal. Vídeo: ACN. VER MÁS VÍDEOS






El tamaño del perro comparado con el de una leona y un hombre.MÁS INFORMACIÓN


Protectoras de animales critican la muerte a tiros del perro de La Sènia


ANNA LLUÍS


LA SÉNIA


Podía tener una silueta semejante a la de una leona, pero el animal que desde el sábado había sembrado la alarma en La Sénia (Montsià), y cuya busca y captura movilizó a diario a medio centenar de agentes, resultó ser un perro. Un perrazo, de hecho: 155 centímetros de largo, 75 centímetros de altura hasta el lomo, cruce de «razas potencialmente peligrosas» y signos de llevar tiempo asilvestrado, según la Conselleria de Medi Ambient. Ayer a las 19.40 horas fue abatido a tiros en un dispositivo especial montado ante la previsión de que por tercera noche consecutiva acudiera a comer restos de pollo en el contenedor de una granja en la partida de la Menescala, a unos tres kilómetros del núcleo urbano.


El perro se aproximó a una de las trampas que le habían tendido, olió el peligro y quiso huir. Los agentes rurales que lo esperaban en la zona, cuyos accesos estaban cerrados por patrullas de los Mossos, lo impidieron. Descartaron los dardos anestésicos porque, explicaron, tardan en tener efecto y el animal podría escapar, esconderse y vuelta a empezar. Así que pusieron fin con dos tiros a su vida y a una historia insólita.






PARECIDO «SORPRENDENTE» / Balas aparte, lo mataron el hambre, la rutina, y su perfil parecido al de un gran felino. A cierta distancia y a ojos de un profano, claro. La forma sí tenía una semejanza «sorprendente a primera vista» con la de una leona, según admitió Ignasi Dalmasses, especialista en fauna del cuerpo de Agents Rurals llegado el martes de Girona para esclarecer el suceso que tenía en vilo a la población. Consideró justificada la confusión: «Tenía la cabeza grande, el pelo corto y de color canela, el rabo largo y arqueado, las costillas marcadas...» Pero las diferencias eran más que considerables. Ni andar sinuoso, ni actitud agresiva, ni desde luego unas dimensiones como las de un gran felino adulto.


Sin embargo, las descripciones de al menos cinco testigos hicieron creer que el perro era una leona. Hasta el martes por la noche esa era la principal hipótesis manejada por los cuerpos que participaron en la cacería, Agents Rurals, Mossos d’Esquadra, Policía Nacional, Policía Local y Guardia Civil. Esa noche, empero, la historia dio un giro. «Había varios agentes apostados junto a la granja esperando a que la bestia volviera a comer y apareció un animal que en un primer instante les pareció una leona, pero al observar por la mira telescópica de los rifles vieron que era una especie de dogo de grandes dimensiones», explicó ayer a mediodía el responsable de los Agents Rurals en las Terres de l’Ebre, Miquel Àngel García. Pero decidieron no abatirlo «para no distorsionar el dispositivo de captura si luego llegaba la leona», añadió.


Después, sin haber podido determinar una procedencia posible de una leona, ni visto sus huellas, y con la aparición de un perro parecido a una leona, lo vieron claro.


«Consideramos justificado el despliegue de medios –valorado en casi 100.000 euros por algunas fuentes– porque las descripciones detalladas de testigos diferentes nos merecían credibilidad», afirmó García.


En La Sénia no podían evitar anoche cierta sorna ante la aventura. «Mira que confundir un león con un perro», resumió un vecino.