Alicante, 25 jun (EFE).- La Audiencia de Alicante ha impuesto once años y dos meses de cárcel a un hombre que mató un cachorro de perra delante de su pareja sentimental con el objetivo de intimidar a la mujer y conseguir que ésta accediera a entregarle 24.000 euros.
Según la sentencia de la sección Primera de la Audiencia, facilitada a Efe, Juan M.M., de 42 años y vecino de Elche, mató de forma "cruel y despiadada" al cachorro para "aumentar el miedo" y el "pánico" de la mujer.
El tribunal considera que esto es así porque antes de estrellar al animal contra el suelo y aplastarle la cabeza con el pie, advirtió a la mujer de lo que podría ocurrirle con la frase "mira lo que hago con la perra".
Durante el juicio, el acusado admitió espontáneamente que el animal estaba agonizando aunque sostuvo que no le llegó a matar.
Esta "brutalidad y fiereza" mostrada para matar al cachorro determinan la condena por un delito contra la protección de los animales domésticos y se le decretan cuatro meses de cárcel, así como la prohibición de trabajar o comerciar con animales durante un año.
La mayor parte de la condena (siete años y medio) es consecuencia de que, al día siguiente, incendió la vivienda que compartían porque la mujer había huido, pero también cumplirá dos años y medio por un delito continuado de amenazas y diez meses más por maltrato.
Los hechos ocurrieron el 6 de enero de 2007, día de Reyes, en Callosa de Segura cuando Juan M.M., que mantuvo una relación con convivencia con la víctima, María del Carmen Ll.G., durante un año y medio, usó un palo para propinar varios golpes en diversas partes del cuerpo a la mujer y para ponérselo en el cuello en ademán de asfixiarla, al tiempo que le exigía que se vistiera.
Una vez en la calle, la trasladó en su coche a la vecina Granja de Rocamora, donde paró en una gasolinera para que María del Carmen Ll.G. le comprara unas cervezas y, mientras las bebía, le instó a darle "cuatro millones de pesetas" (24.000 euros) para irse a Palma de Mallorca con el argumento de que "le había arruinado la vida".
Además, le puso una navaja en los riñones y le amenazó con matar a sus padres, hijos y hermano si no le daba esa cuantía.
La mujer le pidió volver al domicilio para dar un medicamento a su hijo y, una vez en casa, Juan M.M. le dijo que mirara lo que hacía con el cachorro de perra que le habían regalado unos días antes, y la mató.
A continuación, se dirigieron a Cox a la casa de un hermano de la mujer, de un vecino amigo de la familia y a la del padre para que ella les pidiera el dinero, aunque no tuvo éxito.
En una de estas visitas, en las que él esperaba fuera, la mujer aprovechó para pedir por teléfono a sus hijos que se marcharan a casa de una amiga porque su pareja estaba "muy agresiva".
Aprovechó que entraron al bar "Elfos" de Cox y que el agresor entró en el aseo para pedir ayuda a la dueña para esconderse en un rincón y hacer creer a Juan M.M. que se había marchado.
A partir de ahí, se dirigió a casa de su amiga, donde le esperaban sus hijos, y no atendió las llamadas que le hacía su pareja al móvil hasta que un día después decidió contestarle pensando que se habría tranquilizado, pero comprobó que no era así hasta el punto de que éste le amenazó con prender fuego a su apartamento si no accedía a reunirse a solas.
Poco después, se enteró de que el hombre había cumplido la amenaza prendiendo un sillón de la salita, un sofá del salón y un colchón del dormitorio, estancias que resultaron afectadas y cuyo arreglo supuso un coste de 9.346,5 euros.
El tribunal no impone cantidad alguna como indemnización porque la víctima ha renunciado expresamente a tal posibilidad.
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