Los activistas, que iban pintados de blanco y con mantas que simbolizaban la piel de las focas, se han tumbado ante la oficina situada en la plaza Cataluña y han rociado sus cuerpos con pintura que simulaba ser sangre, mientras unos supuestos cazadores de focas fingían agredirles.
El presidente de AnimaNaturalis en España, Jonathan Torralba, ha informado a Efe de que la caza de focas en Canadá supone el sacrificio de 300.000 ejemplares anualmente, 'muchas de las cuales son crías de apenas tres semanas de vida que son despellejadas vivas'.
Torralba ha animado a la población a 'boicotear los productos pesqueros y marisqueros canadienses' debido a que 'la razón de la matanza es que las focas comen peces y hacen la competencia a los pescadores' y no la obtención de pieles o carne.
Los activistas cifran en 'tan solo 16 millones de dólares el comercio de las pieles' y han propuesto como alternativa 'convertir las focas en una atracción turística con la que los canadienses obtendrían un rendimiento mucho mayor, como hicieron cuando prohibieron la caza de ballenas'.
Torralba ha pedido a los consumidores españoles que no compren 'bogavante ni productos con omega 3 extraído de la grasa de las focas', ya que son los productos canadienses más habituales en nuestro país.
El presidente de AnimaNaturalis en España ha añadido que '
Más del 90% de los beneficios de los pescadores canadienses provienen de la venta de pescado y marisco, y sólo la exportación a EEUU supone unos ingresos de 3.300.000 millones de dólares.
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