Las Huellas de Cantabria, junto con la asociación Provida Animal de Bizkaia, el PACMA (Partido Antitaurino Contra el Maltrato Animal),y el CAAB (Colectivo Antitaurino y Animalista de Bizkaia), se han manifestado pacíficamente en la localidad cántabra de Ampuero para protestar en contra de los festejos taurinos que se celebran en sus fiestas patronales.
La concentración, compuesta por alrededor de 50 manifestantes, ha transcurrido entre las cinco y las seis horas de la tarde del domingo día 30-08-09. Los activistas de dicha concentración se han encontrado con la reacción violenta y brutal de entre unos 300 ciudadanos/as de esta localidad que nos han recibido con el lanzamiento de huevos, petardos que han hecho explotar a nuestros pies, botellazos y pedradas (llegando a romper una de las lunas del autobús que nos llevaba de regreso a nuestras casas).
Hemos sido amenazados de muerte, insultados y agredidos físicamente, a un compañero le han roto un labio a puñetazos, rasgado la ropa a otros, han arrancado nuestras pancartas y nos las han robado ante la escasa protección de la Guardia Civil (cuatro agentes, entre ellos una mujer, sin ningún tipo de material antidisturbios), que se han visto sobrepasados para controlar las acciones violentas de la peña “el burladero” y demás ciudadanos/as de Ampuero. Ante la imposibilidad de proteger nuestra integridad física, muchos de los activistas hemos sido agredidos y esperados a la salida por los agresores que han llegado a robar la moto de un manifestante (que se acercó en moto hasta ampuero) y la han arrojado al rio, posteriormente han apedreado el autobús que nos trajo a la localidad cántabra, rompiendo la luna del conductor. Ha habido compañeros/as que han sufrido ataques de ansiedad, dolor de oídos y sordera debido al ensordecedor ruido de los petardos, incluyendo el miedo y el estrés originado por esta situación de indefensión e impotencia.
La agresión que hemos recibido, ha sido tan brutal que los manifestantes nos hemos visto obligados a ser escoltados por la guardia civil desde la salida del pueblo hasta la localidad de Laredo que se encuentra a varios kilómetros. Finalmente hemos interpuestos una denuncia por la agresión física y psicológica a la que hemos sido sometidos y que demuestra una vez más el grado violento e inculto de pueblos donde no sólo se maltrata cruelmente a los toros hasta la muerte, sino que esta misma violencia la trasladan a las personas que pacíficamente pedimos el cese de estos festejos crueles y violentos.
La concentración, compuesta por alrededor de 50 manifestantes, ha transcurrido entre las cinco y las seis horas de la tarde del domingo día 30-08-09. Los activistas de dicha concentración se han encontrado con la reacción violenta y brutal de entre unos 300 ciudadanos/as de esta localidad que nos han recibido con el lanzamiento de huevos, petardos que han hecho explotar a nuestros pies, botellazos y pedradas (llegando a romper una de las lunas del autobús que nos llevaba de regreso a nuestras casas).
Hemos sido amenazados de muerte, insultados y agredidos físicamente, a un compañero le han roto un labio a puñetazos, rasgado la ropa a otros, han arrancado nuestras pancartas y nos las han robado ante la escasa protección de la Guardia Civil (cuatro agentes, entre ellos una mujer, sin ningún tipo de material antidisturbios), que se han visto sobrepasados para controlar las acciones violentas de la peña “el burladero” y demás ciudadanos/as de Ampuero. Ante la imposibilidad de proteger nuestra integridad física, muchos de los activistas hemos sido agredidos y esperados a la salida por los agresores que han llegado a robar la moto de un manifestante (que se acercó en moto hasta ampuero) y la han arrojado al rio, posteriormente han apedreado el autobús que nos trajo a la localidad cántabra, rompiendo la luna del conductor. Ha habido compañeros/as que han sufrido ataques de ansiedad, dolor de oídos y sordera debido al ensordecedor ruido de los petardos, incluyendo el miedo y el estrés originado por esta situación de indefensión e impotencia.
La agresión que hemos recibido, ha sido tan brutal que los manifestantes nos hemos visto obligados a ser escoltados por la guardia civil desde la salida del pueblo hasta la localidad de Laredo que se encuentra a varios kilómetros. Finalmente hemos interpuestos una denuncia por la agresión física y psicológica a la que hemos sido sometidos y que demuestra una vez más el grado violento e inculto de pueblos donde no sólo se maltrata cruelmente a los toros hasta la muerte, sino que esta misma violencia la trasladan a las personas que pacíficamente pedimos el cese de estos festejos crueles y violentos.
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